El novenario del fallecido músico y maestro constructor, don Valerio de Jesús Montilla García, padre de la maestra Fanny Mercedes y de los periodistas Miguel y Nurilissa Montilla Peña, culminará este jueves cinco de septiembre, con una misa a las 3:00 de la tarde, en la Iglesia Maria Madre del Ensanche Duarte.
Don Yello como también era conocido, partió de este mundo el lunes 26 de agosto, luego se ser intervenido quirúrgicamente, padecer diabetes, y múltiples enfermedades coronarias, dejando un legado de amor y dedicación a su familia.
Era el querido esposo de Nurys Xiomara Peña, padre de Fanny, destacada maestra, de los periodistas Nurilissa y Miguel Montilla Peña y Valentina Montilla Inoa, quienes han seguido su ejemplo de integridad y compromiso con la sociedad.
Valerio fue músico, trompetista, laborando para la banda musical de la ciudad del Jaya en los años 80′ creando agrupaciones como la Escuadra, además fue electricistas y maestro constructor, ayudando a cientos jóvenes a conocer de esas áreas de la construcción, algunos de los cuales mostraron su agradecimiento en medio de las honras fúnebres, señalando que había rescatado a muchos de los vicios y otros tienen profesiones, familia y tranquilidad gracias a su apoyo.
Los restos de Don Valerio, nativo del sector Pueblo Nuevo, hijo de doña Ramona García, fueron expuestos en la Funeraria San Francisco, llevados posteriormente a la catedral Santa Ana y sepultados junto a su padre Martín de Jesús Montilla, (el Gomero), en el cementerio nuevo de San Francisco de Macorís.
Se invita a familiares, amigos y conocidos a acompañar a la familia Montilla Peña en este difícil momento y a rendir homenaje a la memoria de un hombre que dejó una huella imborrable en su comunidad.
Sus rezos se realizan en la iglesia María Madre, del sector Madrigal en horario de 6:00 p.m y la hora santa será el jueves 5 de septiembre a las 3 la tarde en la iglesia María Madre.
La familia agradece las muestras de cariño, pueden contactar a su esposa al 829-418-5111 y sus hijos al 809-606-9292
Descanse en paz, Don Yeyo
